Está claro que la Copa del Rey es un regalo para un Club como el nuestro, un regalo para los jugadores y sobre todo para una afición con un apetito voraz para ver rivales de categoría superior y vivir la adrenalina de la competición del KO. Si además te visita el rival con el que se han escrito alguna de las últimas hazañas de nuestro Club y con el que se vive una sana rivalidad en la zona sur de Madrid, la tarde promete en Villafontana.
Y así fue, ambiente de gala en las gradas, donde no se consiguió el lleno absoluto por ser entre semana el encuentro, pero que no defraudó a nadie durante los cuarenta minutos. En frente dos equipos, con dos formas de entender el juego totalmente diferentes en busca del único premio posible, la clasificación para la 4ª ronda de la Copa del Rey.
Ayer pudimos ver un FS Móstoles soberbio, que no se arrugó en ningún momento y que durante la primera parte dio una exhibición de fútbol sala, dominando al rival, dejándole sin ideas y acorralando al quinteto rival en todas las ocasiones. Tan sólo pequeños amagos, siempre en jugadas de estrategia, fueron capaces de acorralar en su área a los hombres de Tino. El gol era inminente, casi de obligado merecimiento para el cuadro local y llegó de falta con un zapatazo increíble de Carlitos que no pudo parar Luque.
Era el ecuador de la primera parte y el dominio era tal, que sabía a poco la diferencia en el luminoso. Tal vez por la falta de balón, por la falta de ideas y/o por estar por debajo en el marcador Rubén Barrios decidió jugar con portero jugador a falta de siete minutos para el descanso y así lo hizo prácticamente en todo lo que quedó de encuentro, desdibujado claramente lo que iba a ser un espectáculo en la pista, lo que hizo que la grada entrase en juego, con su garra y confianza en los suyos los llevó en volandas hacia el triunfo.
Pese a todo el partido tenía un claro dominador y donde no llegaban los jugadores llegaba Humanes evitando el empate. Es cierto que el juego de cinco del Leganés no era tan fluido y a los tres minutos de la reanudación un robo de balón permitió una contra, que a trompicones acababa en gol, obra de Palomares que hacía justicia, provocaba el delirio en Villafontana y que reivindicaba a nuestro “killer” ante su ex equipo.
Quedaba un mundo por delante, pero cada vez lo tenía más complicado el que era favorito sobre el papel y en cambio los de Tino sabían que les tocaba apretar mucho los dientes en los 17 minutos restantes y lo hicieron, siendo más equipo que nunca e incluso cuando, de roja directa, Jorge Ruiz fue expulsado y gracias a la inferioridad el Leganés pudo acortar distancias gracias al tanto de Chicho, no decayó el objetivo final de la victoria. Con la bocina final, estallaba la Alegría, la euforia de una afición que sabe que su Club ha pasado por una mala racha, que ahora entre todos están dándole la vuelta y en la tarde «copera» lograba una merecida victoria.
Mención especial se merece lo vivido en la grada, a lo largo de esta entrada lo hemos recalcado, pero permítanos que hagamos el último y definitivo inciso. Fue un placer y un orgullo ver como llevó el equipo hacia la victoria, animando, apretando al rival y protestando las decisiones arbitrales que no le gustaron. Pero sin provocar, sin intimidar a nadie, sólo jugando su papel en el partido y al final del mismo agradeciendo el esfuerzo de ambos equipos y marchándose a casa (o donde sea) a celebrarlo.
Ahora volvemos a pensar en la liga, en el sábado donde recibimos a otro gran rival en mil y una batallas el FS Talavera, donde buscaremos nuevamente la victoria y porque no decirlo ya pensando en el próximo sorteo de Copa del Rey, que en su 4ª ronda nos regalará un rival de primera división el próximo 15 de noviembre.